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Genética puede influir en desarrollo de Hepatitis C

La prevalencia de la enfermedad es de 0.5 a 1.3% de la población en México

De dos pacientes con una enfermedad hepática crónica por virus de hepatitis C uno puede progresar más por influencia de factores genéticos, afirmó la doctora María Guadalupe Sánchez Parada, investigadora del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá), quien realizó una investigación sobre hepatitis C.

Para su estudio la investigadora consideró a 38 pacientes: 25 mujeres y 13 hombres, cuyas edades oscilan de 49 a 69 años, todos con infección crónica por el virus de la hepatitis C. Algunas causas por las que adquirieron la enfermedad: transfusión sanguínea y procedimientos quirúrgicos. Las investigaciones suponen que por instrumental no desinfectado adecuadamente.

Sánchez Parada explicó que en la literatura científica no se considera que haya transmisión de esta enfermedad por vía sexual. “Muchos colegas a veces no encuentran el antecedente de transfusión o de alguna operación, lo que queda por considerar es el factor sexual, pero esta vía no se reconoce aún como un factor de riesgo”.

En el proceso de selección fueron excluidos aquellos pacientes que padecían alcoholismo, hepatitis autoinmune y quienes estuvieran utilizando fármacos que dañaran lo hepático. La doctora reporta que fueron analizados cinco polimorfismos de igual número de genes diferentes: el gen TGF-B1, presencia del genotipo GG, se correlacionó con una necroinflamación y fibrosis más severas en las biopsias hepáticas y en cuanto al gen del angiotensinógeno, con presencia del genotipo GG, también tenía mayor necroinflamación en lo hepático en sus biopsias.

Un polimorfismo genético es una variación en la secuencia del ADN que afecta solamente a una sola base. “Nuestro ADN está formado por bases nitrogenadas: adenina, guanina, citosina y tiamina”, explicó la investigadora, y detalló que los polimorfismos están presentes en al menos 1 por ciento de la población.

Explicó que la necroinflamación (muerte e inflamación de los hepatocitos; es decir, de las células del hígado) y la fibrosis (acumulación de cicatrices fibrosas y duras en el hígado)  hacen poco funcional el hígado, a tal grado que el paciente puede necesitar un trasplante.

Detalló Sánchez Parada que los pacientes con hepatitis C pueden presentar alteración en la coagulación sanguínea. A veces presentan várices esofágicas, que pueden provocar sangrado y poner en peligro la vida. El sistema del paciente puede alterarse, hasta requerir trasplante hepático. Agregó, por último, que en México la prevalencia de infección por el virus de la hepatitis C es de 0.5 a 1.3% de la población.

Texto: Martha Eva Loera

Fotografía: Internet