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David Aceves Barajas, profesor de CUTonalá, ganó el Premio Nacional de Cerámica Contemporánea 2014

Entre artesanías que descansan en diferentes puntos de su hogar, el doctor en arte contemporáneo en México, David Aceves Barajas, platica de cómo obtuvo el Premio Nacional de Cerámica Contemporánea 2014 con la obra Juego de café Sayula. Siete años duró su investigación en la cerámica mayólica, estilo característico en la región de Sayula, Jalisco, y contiene parte de la historia, esfuerzo y evolución del arte impreso en cada artesanía del país.
Investigador de arte, especialista y creador de cerámica del Centro Universitario de Tonalá e inspirado por el rescate de la tradición, afirma que el valor cultural en la sociedad radica en “saber de dónde venimos para saber hacia dónde vamos”.

¿Cómo fue el proceso para lograr este premio y participar en esta convocatoria?
El Premio Nacional de Cerámica lleva más de 35 años celebrándose. Este es el segundo año en el que participo. Siempre he estado enfocado al proyecto de desarrollo, que es en torno a la cerámica mayólica hecha en el siglo XlX en Sayula, Jalisco y llegó a tener una importancia enorme, no solamente a nivel regional. Este año nos presentamos con una pieza pequeña, pero representativa, que es un juego de café, con la técnica mayólica, que es una loza estannífera con una cubierta de estaño, cuarzo y un fundente.

Dentro de su profesión y trayectoria, ¿qué representa este logro?
Es un reconocimiento importante para el proceso académico que estamos haciendo, no solamente en la Universidad. No solamente es un logro personal, sino un logro que no se hubiese conseguido sin el apoyo de la Universidad. El centro en donde trabajamos está enfocado al desarrollo de las artesanías. Como investigador de este centro, y profesor, cuento con el apoyo total de la rectora Ruth Padilla. Por lo tanto, el logro no solamente es personal, sino institucional y académico, y creo que es un proyecto para la Universidad de Guadalajara.

Dentro del proceso de este proyecto, ¿cómo ha sido este recorrido durante esta investigación?

Hemos investigado el origen de esta cerámica, que es hispanomusulmán, con grandes antecedentes en la cultura del Mediterráneo, en el Levante Español, y con una raíz profunda de la cerámica persa. En los diseños se puede percatar. Reconocer nuestras raíces, siempre como investigador y como académico, es algo que remarco en mis alumnos.

¿Cuál es su opinión acerca del trabajo en cerámica realizado en México y qué apoyos existen?
Somos el país, quizás el que tiene mayor producción en cerámica tradicional, con una diversidad, tanto en técnicas pictóricas como de técnicas de ejecución, y sin embargo no existe una institución académica enfocada a la formación de ceramistas. No hay una escuela de cerámica en todo el país. Entonces el trabajo y las técnicas en México son impresionantes. Sin embargo, los respaldos y apoyos son carentes. Sí hay apoyos como el Premio Nacional de Cerámica, pero hace falta una reivindicación, una campaña en este país para valorar nuestras artesanías, no solamente la cerámica, los textiles, el poder sentirnos orgullosos de portar desde una playera que tiene toda una carga simbólica y cientos de años de antecedentes culturales.

¿Cómo define la inspiración que le hizo crear esta obra?

Al final de cuentas son las raíces culturales. Sin embargo, cuando miro atrás, hace siete años me pregunté ¿cómo vas a poder evolucionar si no sabes de dónde vienes? La pasión que pude haber obtenido proviene de la crianza que tuve en Sayula. Fijarte en tus orígenes, en tus raíces, para poder caminar y evolucionar.